Durante su intervención en el encuentro Forbes Summit Women

Carmen Calvo anuncia la tramitación de la Ley de Igualdad con la que "afrontar de manera global todos los problemas de discriminación laboral de las mujeres"

2.10.2018

Auditorio Rafael del Pino, Madrid

La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, ha destacado durante su intervención en la Forbes Summit Women que "en nuestro país hay una Ley que invita pero no obliga a que la presencia de las mujeres pueda ser exigida en los lugares de liderazgo y poder empresarial, pero en este momento tenemos registrada en el Congreso de los Diputados una Ley de Igualdad Laboral que pronto comenzará su tramitación y que el Gobierno está dispuesto a llevar por alguna vía urgente, en la que se establece la obligación legal de las empresas españolas a compartir y repartir el poder de decisión con las mujeres. Daremos un periodo transitorio para esa adaptación pero España se va a incorporar a los países del mundo que deciden que esto no puede ser un asunto de debate, tiene que ser un asunto de hechos y de soluciones".

La vicepresidenta ha añadido que esta Ley "no solo viene a resolver el problema de la brecha en el salario, sino que con ella pretendemos afrontar de manera global todos los problemas de discriminación laboral de las mujeres. No solo en el acceso al trabajo, en la compatibilidad de la posible maternidad de las mujeres y en la corresponsabilidad de la vida personal y laboral, sino también en la obligación de estar en los lugares de decisión".

Carmen Calvo ha recordado que "ayer el estado de California tomó la decisión de exigir por Ley la presencia de las mujeres en los puestos de dirección siguiendo la estela de algunos países europeos" y ha insistido en que "éste es un dilema que las mujeres no tenemos por qué aceptar como si fuera irresoluble, como si solo nos correspondiera de manera privada y personal a nosotros y a nuestras parejas y familias: éste es un asunto mayúsculo para una sociedad".

La ministra ha explicado que se trata de "un asunto con dimensión política, con responsabilidad democrática y con respuestas que nos permitan a las mujeres unas condiciones de desarrollo personal que dejen de ser tan difíciles, injustas e insoportables para una sociedad democrática".

La vicepresidenta ha señalado que "algunos que piensan que esto lo resolverá el desarrollo natural de los acontecimientos, que el tiempo hará su trabajo. Y no es verdad. Ayer reflexionábamos sobre cómo tuvo Clara Campoamor que afrontar una auténtica batalla política para convencer en su momento al conjunto de las cámaras de que no era posible hablar de democracia en nuestro país sin el voto de las mujeres. A estas alturas hay cosas que son tan injustas o incomprensibles como las que ayer recordábamos en su aniversario. No vamos a dejar esto a los acontecimientos al curso natural de las cosas, porque mientras tanto las mujeres desgastamos nuestras vidas en demasiadas batallas. No le traspasamos a las más jóvenes una imagen deseable o reconfortante de cómo tienen que ser sus vidas y de cómo tienen que exigir que sus vidas sean en un estado de derecho, así que hemos de tomar decisiones contundentes", y ha insistido en que "en muchos países de Europa se han tomado decisiones contundentes como se hace en un estado de derecho, transformando las aspiraciones de una sociedad en norma de obligado cumplimiento".

Durante su discurso, Calvo ha destacado que "las empresas pueden ser mucho más eficientes en su actividad si cuentan con las aportaciones de las mujeres, es un asunto de justicia y de eficiencia. Nadie en democracia se escapa de tener responsabilidades, el sector público menos, pero el sector privado también, porque forma parte de una sociedad y a ella tiene que responder con valores democráticos.

Por último, Carmen Calvo ha apelado a la unidad de todas porque "necesitamos que la calidad de nuestros derechos sea la misma que la de los varones, que los obstáculos que tenemos que sobrepasar por razones culturales y sexistas no recaigan siempre sobre nuestra espalda, y que el estado de derecho y la democracia respondan con normas a nuestras aspiraciones como lo hace para otras cuestiones y situaciones. No pedimos nada que no esté ensayado en los modelos de estado y sociedad a los que pertenecemos como país avanzado, y por tanto en esa batalla tenemos que estar todas juntas", ha finalizado.

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