Entrevista a María Luisa Balaguer Callejón

31.5.2022

María Luisa Balaguer Callejón, magistrada del Tribunal Constitucional y profesora de la Universidad de Málaga, ponente en el Congreso Internacional «El Trienio Liberal doscientos años después».

- ¿Qué supuso el Trienio Liberal en la historia del constitucionalismo y qué queda de aquel espíritu?

- Supuso un punto de arranque, un cambio de paradigma importantísimo al dar un vuelco en la historia a partir de la Constitución de Cádiz. Del mismo modo que en su momento la Revolución Francesa rompe posturas en relación con los poderes anteriores, aquí de una manera en cierto sentido menos universal, más limitada e influida además por la Revolución Francesa y por la doctrina de Inglaterra, por Locke, e incluso por la norteamericana, afloran una serie de situaciones históricas que tienen hoy mucha importancia. Como ha dicho el ministro en la inauguración del congreso, los valores importantes son democracia, división de poderes, derechos…

- Sin embargo, faltaban derechos como el sufragio universal. ¿Hay que interpretarlo con los ojos de otros tiempos?

- Claro, es el origen del constitucionalismo, como se ha destacado en la ponencia inaugural, y lo que en un momento determinado importa para el origen del constitucionalismo son los partidos políticos y la prensa, que se influyen mutuamente. Los partidos políticos son formaciones que prácticamente se generan en ese momento, unas más moderadas y otras menos, lo que pretendían en todo momento era la limitación del poder real. La importación del concepto de la división de poderes es muy importante cuando en el constitucionalismo de España aflora como que el poder tiene que ser limitado, y esto es lo que al final se le impone a la Monarquía con escaso éxito histórico, pero desde el punto de vista dogmático a los y las constitucionalistas nos permite trazar una línea importante que se inicia ahí.

- Se ha mencionado también en la inauguración que Trienio es un ejemplo de lo frágiles que son estos avances, que en cualquier momento puede haber un retroceso.

- El constitucionalismo del Estado social, donde hay ya un pacto entre burguesía y clase trabajadora reformulado por el Estado, o donde el Estado es un tercero que canaliza conflictos e intenta jugar en esas posiciones, ha sido muy válido, pero hay una crisis ahora del Estado social, porque no solo depende de la ideología, sino también de la situación económica y cómo se barajen lo parámetros economicistas. Ahora mismo en una sociedad de las plataformas digitales nos encontramos con unos Estados que legislan, pero esa legislación no es incumbente a otras sociedades que están entrando, sociedades anónimas, sociedades económicas de importancia y que exceden del Estado, con lo cual el Estado se encuentra ahora mismo en una cierta irrelevancia respecto de los factores económicos. Esta es una crisis muy importante.