Bien: PLAZA DE LOS MÁRTIRES DEL PUEBLO. MONUMENTO A RAFAEL RIEGO EN LAS CABEZAS DE SAN JUAN

Código de identificación:
SEVI-1
Fecha declaración:
21 de julio de 2023
Fecha incoación:
Comunidad autónoma :
Andalucía
Provincia:
Sevilla
Localidad:
Sevilla
Administración que procedió a la declaración:
Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática
Ubicación: Lat: 36.9865100, Long: -5.9380700
Identificación:
Desde 1814 los liberales españoles intentaron restaurar la Constitución de 1812. Tras varias intentonas frustradas, el 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael de Riego, con un ejército que iba a embarcar a América, se subleva en Cabezas de San Juan y proclama la Constitución de Cádiz. Rafael del Riego y Flórez (Tuña, 7 de abril de 1784-Madrid, 7 de noviembre de 1823) estudió leyes en la Universidad de Oviedo e inició la carrera militar en la Guardia Real en Madrid. Como consecuencia de la invasión francesa, la Junta Suprema del Principado le nombró capitán ayudante del general Acevedo, jefe de la División Asturiana, en agosto de 1808. Después de varias escaramuzas, su regimiento fue completamente arrollado por las tropas del mariscal Víctor en la batalla de Espinosa de los Monteros (Burgos, 10 de noviembre de 1808). Acevedo pereció en la batalla y Rafael de Riego fue apresado y deportado a Francia, donde permaneció cuatro años. Tras conseguir escapar, regresó a La Coruña a principios de 1814 y juró la Constitución de 1812. A la vuelta de Fernando VII permaneció en el ejército y fue condecorado por sus méritos en la Guerra de Independencia. Riego se incorporó al Ejército Expedicionario destinado a combatir a los independentistas hispanoamericanos en febrero de 1817. Recaló, como teniente coronel, en el batallón de Asturias acuartelado en Cabezas de San Juan (Sevilla) en 1819. Allí entró en contacto con la conspiración liberal que estaban fraguando hombres como Evaristo San Miguel, Isturiz o Alcalá Galiano. El malestar entre la tropa expedicionaria había creado las condiciones para intentar un nuevo pronunciamiento liberal. Tras el arresto de San Miguel, asumió la dirección de la conspiración y el 1 de enero de 1820, al frente de su batallón, se “pronunció” en Cabezas de San Juan y proclamó la constitución de 1812. En la arenga dirigida a sus tropas, Rafael de Riego insistió en los peligros del embarque y en la necesidad de establecer «una Constitución que asegure los derechos de todos los ciudadanos». El éxito a medias del pronunciamiento, sin alcanzar la toma de Cádiz como estaba previsto inicialmente, llevó a Riego a un difícil periplo durante varios meses por diversas localidades andaluzas proclamando la Constitución de 1812, perseguido por las tropas relistas. A principios de marzo, con sus tropas ya muy mermadas decidió dirigirse a Extremadura y pasar a Portugal. Sin embargo, la suerte de los sublevados cambió desde el 21 de febrero de 1820 con la sublevación y jura de la Constitución en La Coruña, movimiento que fue seguido por Ferrol, Vigo, Murcia, Oviedo, Ocaña, Zaragoza entre otras ciudades, forzando a Fernando VII a claudicar y jurar la Constitución el 8 de marzo. Se iniciaba así el Trienio Liberal (1820-1823), etapa de la historia de España en la que se plasmó el funcionamiento de la Constitución.

A pesar de ser considerado un héroe nacional, su relación con el nuevo gobierno fue agridulce; fue nombrado capitán general de Aragón y destituido a los pocos meses. Diputado a Cortes, presidente de la Cámara durante un mes, volvió a tomar las armas para defender al país de la nueva invasión francesa de los 100.000 hijos de San Luis al mando del duque de Angulema. El 15 de septiembre de 1823 fue detenido en la provincia de Jaén y posteriormente llevado a Madrid donde fue juzgado y condenado a muerte. En la mañana del 7 de noviembre fue llevado sobre un serón arrastrado por un asno hasta el patíbulo que se había levantado en la plaza de la Cebada, donde fue ahorcado.

Las Cortes del Trienio Liberal, en virtud del Decreto LXVII de 21 de junio de 1822, dieron estatuto de ciudad a Las Cabezas de San Juan “por haberse dado en ella el primer grito de libertad en la mañana del 1 de enero de 1820”. Igualmente, se concedería a la localidad un escudo y se establecería la construcción de un monumento “a la gloria del ejército de la ciudad de San Fernando” “en el mismo sitio donde el segundo batallón de Asturias proclamó el primero la Constitución”.

El 1 de enero Riego inició la sublevación en Las Cabezas de San Juan difundiendo las ideas liberales que defendió con su propia vida. La Plaza en la que se levanta el monumento a su persona simboliza la lucha por los valores liberales que contribuyeron a la conciencia democrática del país.
Información:
Se inscribe este bien en aplicación del artículo 50.3 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática.